El mandatario participó de la apertura del ciclo «Nos Mueve el Orgullo» junto a la ministra Ayelen Mazzina.
El presidente Alberto Fernández aseguró este jueves que «debemos poner en práctica el orgullo como una respuesta política a quienes aun discriminan, maltratan y avergüenzan», durante la apertura del ciclo «Nos Mueve el Orgullo».
«Esta lucha empezó hace muchos años, yo casi llegué al final. Quiero poner en valor la lucha de los que fueron capaces de llamar la atención del resto de la sociedad, oír la discriminación, el maltrato, por el solo hecho de querer ser feliz. Son quienes han construido el mes del Orgullo», expresó Fernández en un acto en el Centro Cultural Kirchner, en el centro porteño, que se realizó con motivo de las celebraciones del Mes del Orgullo LGBTIQ+.
En ese marco, el mandatario destacó que «en la administración pública nacional hay 500 lugares ocupados por personas trans que antes no podían acceder a esto por la imbecilidad humana, no hay otra explicación».
«Se trata de construir una sociedad democrática. No es solo una sociedad donde se vota, es una sociedad donde se respeta, se iguala, uno puede ser feliz siendo lo que es», marcó Fernández y añadió: «Que a nadie le impongan una condición para ser feliz».
«Estamos en una sociedad más igualitaria, que da más derechos, que los exige y los reclama», consideró el jefe de Estado, y agregó: «Una sociedad que amplía derechos es una mejor sociedad».
Fernández recordó una frase de Carlos Jáuregui, activista LGBT argentino ya fallecido y primer presidente de la Comunidad Homosexual Argentina entre 1984 y 1987, quien había señalado que «en una sociedad que te avergüenza, que te persigue, el orgullo es una respuesta política» y remarcó que «tuvo un coraje impresionante, en esa sociedad que se horrorizaba por lo diferente» porque «había que ser muy valiente, corajudo, para enfrentarse».
Acompañado por la ministra de Mujeres, Géneros y Diversidad, Ayelen Mazzina, el Presidente pidió a la comunidad LGBTIQ+ que «no paren en la lucha porque no alcanzamos todos los objetivos que queremos».
«La lucha sigue hoy, está vigente y hay que seguir, hasta que el último energúmeno entienda que todos debemos ser respetados», indicó Fernández.
En esa línea, el mandatario remarcó la idea de «poner todos los días el orgullo como respuesta política» y amplió: «Estoy convencido que cuanto más respeto hay por el otro y más igualdad hay entre nosotros, y más felices vamos a ser».
El Presidente rememoró cuando la entonces diputada nacional Vilma Ibarra, ahora secretaria de Legal y Técnica, «impulsó el matrimonio igualitario», -que despertó aplausos en la sala- y señaló: «Lo que hizo fue hacer feliz a la gente, y que las leyes se lo impedían, le impedían amar».
También destacó la importancia de «la igualdad de género, para que las mujeres no sean discriminadas, como por ejemplo laboralmente, donde en muchos casos el hombre es mejor pago», y marcó la importancia de «la legalización del aborto, los 1.000 días o la posibilidad de acceder a documentos no binarios», que despertó más aplausos de los presentes.
«Celebren la marcha del orgullo, el orgullo es respetar a cada uno por lo que es», finalizó el Presidente.
Por su parte, Mazzina planteó la idea de «visibilizar» al colectivo LGBTIQ+, de «seguir tejiendo redes», y «articulando con este ministerio, que viene acompañando del minuto uno a todas las organizaciones».
La ministra destacó que «la Argentina es orgullo, con todas las leyes que se han conquistado», y enumeró las normas de «identidad de género, el cupo femenino, el matrimonio igualitario, el DNI no binario», que «nos diferencia del resto del mundo».
En esa línea, marcó que «todo lo que se hizo en Argentina usted acompañó», mientras miraba al Presidente, y aseguró que se hizo «con justicia social, con un Estado presente, con democracia», sin olvidar seguir «luchando por lo que falta».
Remarcó la necesidad de que «las viejas y nuevas generaciones puedan vivir un mundo que quizás a nosotros nos costó un poquito más, con violencia, con discriminación», y señaló que «necesitamos más tolerancia como sociedad, que podamos habitar todos, todas y todes».
«Y hablo en lenguaje inclusivo porque es una discusión política», expresó la funcionaria, y abogó por «la tolerancia y el respeto por sobre todas las cosas».
«Es un mes que nos caracteriza, nos une, decidí amar en libertad y salir del closet, porque encontré redes y comunidad, de otra manera no hubiera podido hacerlo», contó sobre su vida personal, y enfatizó que «es algo que nos caracteriza a este colectivo, la sororidad, la valentía».
En ese marco puntualizó que el jefe de Estado «ha sido un gran precursor, ha dado muchísimas posibilidades, y por eso cuando me propuso el cargo ni siquiera lo dudé, porque sé que el estar acá significa visibilizar la lucha de un colectivo que todavía necesita de mucha fuerza».
«Aprender a escuchar es abrir puertas y seguir construyendo una sociedad más equitativas, ser libres y amar en libertad», concluyó Mazzina.